Definitivamente después de lo que ha dejado y sigue dando el COVID-19 muchas de nuestras costumbres, hábitos y demás han tenido de cambiar de un día para otro. Y la moda no se quedó atrás.
En este artículo te platicamos lo que la pandemia ha hecho con la moda.
Con el confinamiento nuestros hábitos de consumo han tenido que cambiar a la fuerza. Entre tener que valorar cuáles objetos sí y cuáles no vemos necesarios para el día a día, la moda no se ha quedado exenta y tendrá que replantearse muchos de sus procesos. Desde las pasarelas hasta la compra del producto final.
Es innevitable que la industria de la moda tenga que cambiar, ya que por su naturaleza es una de las primeras que históricamente tiende a evolucionar más rápido.
Se ha dicho que el efecto de la distancia social por el brote del coronavirus SARSCov2 responsable de la enfermedad Covid-19 es similar a la disrupción que se vivió durante la Segunda Guerra Mundial en la década de los años 40, veamos cómo en ese momento se dejó el glamour y las personas se tuvieron que adaptar. Las telas disponibles fueron usadas para crear paracaídas y prendas para los ejércitos. Entonces las mujeres, en especial, se inclinaron a los tonos sobrios y los cortes sencillos. Además de normalizar el uso del pantalón y los monos al ser incluídas en el ambiente laboral.
Ropa cómoda para la cuarentena
Los outfits son una parte importante de la imagen personal, o lo eran antes de la pandemia. Ahora, de la misma manera que las circunstancias extremas cambiaron la moda de los años 40, la tendencia actual corre a la ropa cómoda y hasta deportiva, tanto para hacer home office como para salir. Esto a raíz de dos funciones: la de estar cómodo y de practicidad.
Hace años muy poca gente se podría imaginar salir a la calle con los pantalones de la pijama a menos que fuera a la tienda de la esquina durante un fin de semana. Hoy en día, esto es lo más normal del mundo.
Los monos de pies a cabeza ya son una realidad. Y piénsalo, son las prendas más prácticas para un día de compras porque son fáciles de poner y lo más importante en una pandemia mundial, quitar para desinfectar. Simplemente llegas a tu casa y en lugar de retirarte prenda por prenda, solo deslizas un zipper, guardas tu ropa y te desinfectas. Así de fácil, así de sencillo.
Ya tenemos varios ejemplos que han salido al mercado, como los trajes especiales para viajar en avión, las pijamas ejecutivas, entre otras.
Por otro lado, la ropa holgada y de resorte (sí, resorte), le va a venir muy bien a la población en general. En la cuarentena muchos están teniendo subidas y bajadas de peso, por lo que invertir en un guardaropa “tradicional” no será una buena idea, sobre todo si tenemos en cuenta que además de la pandemia estamos cruzando una profunda recesión económica a la que los expertos ya llaman el Gran Encierro (para hacer paralelismos con la Gran Depresión).
Entonces, ¿cómo será la moda en esta "Nueva Normalidad"?
Colores
La moda se adapta a los patrones de consumo, y no solo las prendas cambian, sino también la gama de colores. En la red, los expertos en tendencias apuntan a que al tratar de hacerla más funcional, los tonos que predominaran serán los minimalistas. Por ejemplo, el beige, blanco, gris y negro. Esto para obtener el armario zen tan deseado y poder combinar sin problema alguno.
El fast fashion
Esta industria ha sido de las más afectadas por la pandemia. De acuerdo con un reporte de GlobalData, revela que la venta va a tener pérdidas de aproximadamente 549 mil millones de dólares. Además, la caída más fuerte ha sido la de ropa y accesorios, según US Census Bureau. Un ejemplo de ello es Inditex, quienes acaban de registrar una baja de 3,303 millones de euros en tan solo tres meses y tuvieron que replantearse el modelo de negocio que les había funcionado por años. Sin embargo, la próxima apertura de estas tiendas trae consigo otros retos: la Generación Z.
Con el confinamiento, el ritmo de consumo de ropa nueva bajó como se esperaba y se empezó a ver otra tendencia, la de reutilizar prendas. Esto por dos razones: el no poder salir y la de ahorrar para productos de primera necesidad.
Así que, ahora también se verá en invertir en productos que duren más y no sean desechables. Algunas marcas ya se dieron cuenta de esto y han dejado el concepto de temporadas, el cual “obligaba” de alguna manera estar a la moda dependiendo la estación del año.
Gucci, por ejemplo, ya anunció que reducirá la cantidad de desfiles y colecciones en el año. Las cápsulas crucero o media estación quedan fuera del mapa así como la distinción de género en las pasarelas. De esta forma, la marca apela a las necesidades y reclamos de esta nueva generación.
“Me gustaría dejar atrás las temporadas crucero, pre-otoño, primavera-verano, oroño-invierno. Son palabras rancias y desnutridas. La ropa debería tener una vida más larga que la que le atribuyen esas palabras”, dijo el Alessandro Michele.
Cuidar la salud y el ambiente es una prioridad
En el confinamiento hemos sido testigos de cómo la naturaleza reclama los espacios que le fueron arrebatados. Desde osos saliendo a las calles, hasta animales marinos que disfrutan de las playas y los océanos.
La industria de la moda y el fast fashion, han sido de las más criticadas por dañar el medio ambiente, gracias a los químicos que se utilizan en la fabricación de prendas y hasta el uso de pieles animales.
Ahora, cada vez más gente se une a la iniciativa de recliclar sus prendas “viejas” o vintage para hacerlas otra vez objetos de deseo y descargar toda esa creatividad que tal vez teníamos reprimida.
Incluso, los gigantes minoristas se unen a esta tendencia. Walmart, por ejemplo, tiene una nueva asociación con thredUP, una plataforma de e-commerce que es especialista en prendas de segunda mano.
También las confecciones se van a buscar que sean de calidad en lugar de cantidad. En México, la marca Morera Grosso, se distingue por hacer camisas personalizadas y para toda la vida. Algo que muchos seguro van a imitar.
Tal vez terminando la pandemia querramos arreglarnos más y regresar a ser “fashionistas” pero por lo pronto el estilo cómodo, deportivo, oversize y sin género será la gran apuesta de las marcas. Y en cuanto a los consumidores, vamos a replantear, o eso se espera, el qué, cómo y cuándo compramos. Van a buscar la calidad sobre la cantidad, al igual que la practicidad.
La "Nueva Normalidad" va a traer consigo cambios globales de los que ya somos testigos. Ahora el cubrebocas no solo es un artículo de protección sino que se volvió de primera necesidad y forma parte de nuestros looks diarios, dejando de lado el labial o incluso el maquillaje. Veremos más marcas de lujo e independientes que lanzan al mercado nuevos modelos y estilos para cada ocasión.
La transición es inevitable, mínimo hasta que exista y esté disponible una cura contra el virus que trae al mundo de cabeza.
Esperamos hayas disfrutado este artículo y generemos conciencia de lo que el mundo esta pasando.
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